El nombre del palacio
se debe a su antiguo propietario, un croata enriquecido gracias al negocio del
salitre y que adquirió este capricho art decó con referencias visibles a su
patria chica y para quien el paseo yugoeslavo se convirtió en terraza privada.
En este modesto rinconcito que ahora inicia su primera incursión pretendo ir dejando algunas vivencias producto del encuentro con algunos espacios que he recorrido. Esos espacios, la mayoría de las veces compartidos, los he ido transitando a través de dos mundos que para mí se complementan, el viaje y la literatura. Ambos, cuando se entrecruzan, configuran esos territorios que invitan al descubrimiento o, al menos, a la exploración.
domingo, 20 de abril de 2014
CERROS DE VALPARAÍSO
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