domingo, 21 de junio de 2015

ENTRADA, MÁS QUE NUNCA, EN TIERRA DE FUEGO

“Mi historia es simple: un registro de hechos; pero confío en que no será tedioso. No presenta hazañas de habilidad literaria para la inspección del crítico, sino un recuento de experiencias y observaciones humanas, lo bastante al margen del camino trillado de la vida para haber atraído un grado de atención que me ha hecho concebir la creencia de que valdría la pena una recorrida más detallada”    (“Prefacio” de Cautivo en la Patagonia: Benjamín Franklin Bourne)

“Peregrino y soñador
cantar
quiero mi fantasía
y la loca poesía
que hay en mi corazón
a hablar
me voy con las estrellas
y las cosas más bellas
despierto sé soñar,
siempre sentí
la dulce ilusión
de estar viviendo
mi pasión”            ( Del tango Alma de bohemio: Juan Andrés Caruso)

“De mis páginas vividas
siempre guardo un gran recuerdo;
mi emoción no las olvida,
pasa el tiempo y más me acuerdo.
Tres amigos siempre fuimos
en aquella juventud;
era el trío más mentado
que pudo haber caminado
   por esas calles del Sur.”  
                                 (Del tango Tres amigos: Domingo Enrique Cadícamo)

domingo, 8 de febrero de 2015

TOMA DE AIRE AFRICANO EN TARANGIRE


Subimos al Land Rover, donde apenas si hay sitio para nada. En él se apelotonan todos los trastos necesarios para acampar (tiendas, mesas, sillas, utensilios de cocina), además de los equipajes de los tres viajeros, el de nuestro driver Gerald y el de nuestro nuevo acompañante, Arguiñano Martin, un negro de baja estatura, regordete, sonriente, callado y tierno, quien a partir de este momento será el encargado de que nuestros estómagos vivan contentos, de que  nuestros paladares se deleiten con su cocina de autor y de que las fuerzas no nos abandonen en la sabana tanzana. El pobre se acomoda como puede entre tanto bulto en la tercera fila de asientos del todoterreno.
La expedición ya está al completo y partimos camino de algo nuevo y distinto para los tres amigos que iniciamos este viaje. Como dice Javier Reverte “Una sola pregunta puede justificar un gran viaje y el viaje está hecho para aquellos que no saben muy bien hacia donde se dirigen ni conocen con exactitud lo que buscan. Este hecho para los que intuyen que encontrar no es lo importante y que cumplir un sueño puede ser, sobre todo, darse de bruces con la aventura”. Estábamos a punto de experimentar esa sensación.